lunes, 18 de noviembre de 2013

EDUCACION INTERCULTURAL CON Y PARA TODOS Y TODAS... implica también una lengua

   Hay quienes piensan que es posible ser intercultural sin acceder a una lengua diferente, yo considero que esa es una ruta incompleta de la interculturalidad, una ruta cómoda, pero no total, sutil, pero no arriesgada. Entrar en el universo de la lengua implica navegar en un universo de nuevos significados que seguramente cuestionarían algunas de nuestras certezas. Yo prefiero vivir esa osadía de la libertad sobre todo si encontrarme en el otro me lleva reencontrar nuestra esencia.

Primeras constataciones 
a.  Ante la diversidad cultural interna y la que experimentamos por el contacto con otros países, continentes o pueblos se plantean dos demandas, las de los propios pueblos indígenas originarios que buscan posicionarse en el escenario nacional y mundial,  y la de quienes no se sienten parte de un tradición cultural originaria de América pero si se sienten parte del Perú como la población afro peruana, como la de los llamados “criollos” o descendientes de europeos afincados en territorio nacional. Ser interculturales y educar las futuras generaciones con este enfoque supone atender ambas demandas y entenderla como una sola demanda para responder juntos a los desafíos de un desarrollo pertinente con identidad. Por ello cuando construimos este documento partimos desde estas dos demandas legítimas y plausibles que intentamos atender. Cada una plantea tareas, retos y tratamiento diferenciado en función de un análisis de la situación de la diversidad y de lo que se espera de ella.
b.  Las referencias al “con y para todos” en el título tienen un sentido de proceso que involucra a todos los que se espera iniciar en este enfoque. La EIT no tiene sentido si se convierte en una clase o una formula o un lineamiento, solo tendrá vigencia cuando las personas se sientan parte de este enfoque desde un compromiso personal y existencial, por eso es fundamental generar el CON para que sea un auténtico PARA todos.
c.   El Perú ha sido y sigue siendo un país multilingüe y pluricultural. Según el Censo del 2007 el total de personas que se reconocen bilingües asciende a 4’045,713, esta cifra total corresponde aproximadamente al 14% de la población nacional. De estos más de 4 millones el 83% son quechuas, 11% aimaras y 6% otros pueblos indígenas. A nivel de diversidad cultural el Ministerio de Cultura reconoce 53 pueblos originarios y 47 lenguas oficiales, 43 amazónicas y 4 andinas cuyos hablantes, se concentran en todas las regiones, en zonas rurales y urbanas. Entre las lenguas más habladas existen variantes dialectales reconocidas que abarcan una o más regiones. A está amplia diversidad se suma el pueblo afroperuano que representa  el 6% de la población nacional, y otros grupos minoritarios que mantienen su cultura e incluso su lengua como la colonia china, nipona, austriaca, judía italiana, etc.
d.   Luego de la llegada de los conquistadores europeos muchos de pueblos originarios desaparecieron por enfermedades y por el trato que recibieron de los españoles. También fueron traídos procedentes del continente africano, miles de personas para suplir parcialmente la demanda de mano de obra indígena. Este territorio ha recibido también sucesivas migraciones de China, Japón, Italia, Austria y otros países. Las relaciones que se establecieron entre esos distintos pueblos y sociedades configuraron una estratificación social bajo la hegemonía de un grupo de poder que conformaron el Estado Nación. Dicho proceso evidencia a la fecha formas de exclusión, de discriminación y subordinación de mentalidades y de formas sociales, económicas, religiosas, culturales y lingüísticas, locales o foráneas, diferentes a la hegemónica. Esta realidad de desigualdad se constata también en la educación, y ha sido el modelo educativo el que por décadas ha mantenido mecanismos de homogenización cultural y lingüística.
e.  En la actualidad presenciamos diversos problemas y desafíos vinculados con modelos económicos extractivos o formas de industrialización y comercio que afectan considerablemente el equilibrio ambiental, comprometen la seguridad alimentaria y la soberanía territorial y afectan a toda la población, especialmente a los pueblos originarios del país. Algunos de estos problemas podrían ser atendidos desde otras formas de vinculación con el entorno natural que los pueblos originarios andinos, amazónicos y algunos de la costa y de otras partes del mundo, aún mantienen vigente.
f.        Por ello se requiere visibilizar y desarrollar en todas las escuelas del paìs la diversidad cultural y lingüística coherente con la naturaleza, origen y actualidad nacional y con los alcances de la globalización que parta de la premisa de que “a mayor diversidad, mayores elementos para un buen vivir”. Se necesita que el Estado y la sociedad reconozcan y asuman positivamente al Perú como un país pluricultural y multilingüe y se comprometa a preservar y desarrollar esta diversidad, patrimonio y fuente de identidad nacional. Las aulas son el espacio privilegiado para fortalecer y difundir los principios que permitan la convivencia pacífica, el desarrollo con igualdad de oportunidades, el respeto y la asunción positiva de la diversidad cultural. Solo de esta forma todos los peruanos contribuiremos a revertir la exclusión y la discriminación que han caracterizado a la sociedad peruana.
g.  La diversidad cultural hoy se consagra no solo como un derecho, sino también y sobre todo como un recurso para la construcción de una sociedad democrática y un desarrollo del buen vivir acorde con nuestra particularidad y potencialidades; construcción que requiere de la transformación de la educación peruana. Actualmente, en el mundo del tercer milenio, globalizado en diversos aspectos, la diversidad y la heterogeneidad son consideradas como principio para el desarrollo social, cultural, político y económico, y se reconocen, como factores esenciales, el conocimiento y la capacidad de innovación desde la originalidad. Así, la gran diversidad geográfica, cultural y lingüística del Perú debiera ser vista como recurso y posibilidad de desarrollo del buen vivir en el seno de la actual sociedad de los conocimientos.
h.  En el Perú La diversidad cultural está presente ya en todas las regiones del país, en algunos casos se ha visibilizado y dinamizado con la masiva migración del campo a centros urbanos. Incluso en las ciudades se han recreado las identidades, esta realidad exige que la educación intercultural sea  para todos y todas (quienes son) y se constituya en una condición para construir el cambio de la sociedad peruana  y a la vez en un enfoque que promueva el encuentro de las diferentes culturas, a través de un diálogo horizontal y democrático, a partir del reconocimiento y valoración de la cultura propia. Este enfoque permite tomar conciencia de que vivimos en un mundo heterogéneo e inequitativo; y de que es indispensable una actuación antidiscriminatoria, crítica y transformadora de esta realidad.
i.  Una de las direcciones hacia las que apunta la educación intercultural para todos y todas es la superación de los prejuicios, los estereotipos, la discriminación y el racismo. Por esta razón, contribuye a la disminución de los conflictos socioculturales que suelen darse en las sociedades pluriculturales y particularmente en la escuela, cuando la diversidad no es asumida ni positiva ni creativamente.
j. La educación intercultural con y para todos y todas promueve el reconocimiento, aceptación y cultivo de “nuestra diversidad creativa”; esto significa asumir la pluriculturalidad como una realidad de hecho, pero que, sobre la base de valores compartidos y desde una perspectiva de complementariedad de voces y visiones, es capaz de  construir una sociedad más equitativa, justa, democrática y plural. La educación intercultural para todos y todas permite desarrollar competencias en múltiples sistemas de percepción, pensamiento y acción, así como aprender a desenvolverse en diversos entornos culturales y a aprovechar sus aportes y contenidos. En este sentido, constituye un requisito fundamental para el logro de un pensamiento crítico y pluralista.

k.  La EIT evidencia que la dinámica intercultural de doble vía, es decir que también los ciudadanos que no pertenecen a un pueblo originario, deben recoger los aportes de las sociedades indígenas u originarias para general alternativas de vida, nuevas tecnológicas, interacciones, más aun en tiempos de crisis  y de refundación del mundo.



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