Como muchos, ayer seguí parte del debate en el Congreso sobre las notas personales de la Congresista Hilaria Supa sacadas por el Diario Correo en su titular de portada (ayer este diario se agotó antes del medio día). Sin embargo, el día de hoy (viernes 24)al acercarme al puesto de periódicos vi con agrado el titular del diario La República, un titular en quechua, que además muestra que es posible para un quechuhablante reafirmarse en su condición y que esa posición hoy tiene un gran apoyo de la población y de varias personalidades del mundo político y académico.
Me sumo a los incontables comunicados de reproche al limitado (por decir lo menos) editorial del Sr. Mariategui que a decir verdad no hace mucho honor a su apellido. Sin embargo considero que a veces son necesarios estos extremos para generar respuestas aplastantes como la que quisiera comentar.
Ante la difusión de un punto de vista muy sesgado a nivel nacional y pese a la divida opinión pública, la respuesta ha sido clara y el mensaje contundente. El titular de hoy en la República no solo es la re-in vindicación de una congresista, de su lengua, o de la cultura de un pueblo milenario, sino que es la presencia de esta lengua, de esta cultura y de este pueblo en un escenario antes esquivo. Los medios de comunicación masiva son los que generan opinión pública, los que hacen el trabajo complementario al meramente legislativo o político y al que se realiza en las aulas; son el gran escenario para una auténtica revitalizació n lingüística (aunque también desinforman) . Hoy muchos maestros bilingües de zona quechua podrán usar este titular para reforzar el trabajo que realizan con sus estudiantes y consolidar el modelo educativo de la EIB que busca un equilibrio entre las dos lenguas más habladas en el país.
Me preguntaba hoy ¿Cuántos quechua hablantes habrán podido (aunque con una base de lecto escritura en castellano) deletrear el titular y comprender de primera mano el mensaje de la Sra. Supa? La respuesta me llenaba de optimismo. Sin embargo me hice otra pregunta ¿cuántos peruanos (monolingües) hemos tenido que leer hasta el final de la frase y llegar al paréntesis de la traducción para comprender este mensaje? ¿Es lícito y democrático para un país plurilingüe como el nuestro que tengamos un sistema que nos priva del derecho a conocer mejor nuestras lenguas, a entenderlas, a usarlas en nuestra vida cotidiana, a difundirlas y ampliar su uso?
Pero este titular y lo que genere me lleva a pensar que no debemos quedarnos sólo en la desaprobación de la posición del diario el Correo sino aprovechar el efecto rebote del Sr. Mariategui y sus apreciaciones clasistas y faltas de visión sobre la cultura, sobre el país y su desarrollo. Este “rebote” nos puede ayudar a promover y consolidar una demanda nacional a favor de la diversidad cultural y lingüística. Hilaria Supa con sus “notas” nos enfrenta a una doble demanda, una a favor de un sistema de educación bilingüe intercultural que garantice a los quechuhablantes el manejo de ambas lenguas para que se desenvuelvan en cualquier espacio social con la debida solvencia y seguridad. La otra demanda, no menos importante y más invisible y silenciosa, es la un pueblo que siempre tiene que hacer el esfuerzo de comprender al otro y el poco o nulo esfuerzo que hacemos los castellano hablantes para comprender una lengua que es parte de nuestra identidad cultural. Es la demanda de mayor equidad en las exigencias socio lingüísticas.
¿Algo está cambiando? Considero que nuestras congresistas bilingües están dando matices democráticos a un Congreso monocultural y le están garantizando un rostro más plural al país. Sin embargo es preciso seguir apuntalando el nivel de asesoramiento de estas representantes para que todos los intereses de los pueblos originarios del país que ellas representan se expresen en estos espacios. ¡Cuánta falta hace una presencia oficial de los pueblos indígenas amazónicos quienes a la fecha siguen en pie de lucha en contra de la ley de aguas que nos excluye de derechos fundamentales!
Finalmente, todos los ciudadanos tenemos derecho a ser informados adecuadamente y por ello felicito a La República por el titular de hoy que abre un espacio más plural. En este sentido aprovecho para compartir una parte del mensaje que envié hace algunos años a un diario de circulación local para proponerle que sea pionero en temas de diversidad cultural y ofrezca un espacio más plural lingüística y culturalmente.
Su diario es de circulación fundamentalmente en Lima y en esta ciudad se concentra la mayor población de quechuhablantes del país, concentra a la población bilingüe en lengua originaria más grande del continente y además hay hablantes de las lenguas mayoritarias del país: aimaras, aguarunas (awajun), shipibos, asháninkas. ¿No le parecería un aporte importante para la transformació n de este país que niega su diversidad, abrir en su diario un espacio para la expresión escrita de estas lenguas? No se trataría de textos largos, o de grandes titulares, sino de columnas de opinión, comentarios políticos y de información cultural. El impacto que está teniendo la publicidad de algunas empresas que han tomado esta iniciativa es interesante (publicidad de Claro en lenguas)...esta publicidad ha permitido que mucha gente por primera vez en su larga vida escuche alguna de las lenguas milenarias del país. Le aseguro que escuchamos Sueco o Chino antes que Asháninka o Shipibo.
Sería interesante abrir el espacio cultural de su diario a una perspectiva más intercultural, es decir, una visión de cultura que desborde los clásicos discursos \"cultistas\ " o puristas construidos desde occidente. Somos un país que tiene una de las matrices culturales de la humanidad. Con los desarrollos culturales que tiene el país y que poco a poco los vamos valorando después de siglos de extirpación y colonialismo, podríamos ser una de las capitales culturales del mundo globalizado. Es importante tener una voz y un espacio para presentar estas expresiones desde los mismos protagonistas y no solo desde quienes los estudian.
Hoy estas recomendaciones son válidas para todos los medios escritos y audio visuales de circulación nacional y también para los regionales. Es urgente hacer algo para que hayan menos “aldos mariateguis” y más quechuhablantes como Hilaria Supa que no se avergüenzan de su lengua y su cultura y con ello ha alcanzado un respaldo social que justifica con creces su presencia en el Congreso.
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