jueves, 24 de septiembre de 2009

Retorno


Vuelve la palabra
alumbrando con sus sones
mi lento despertar
hacia lo otro

Vuelve la palabra
sin pretensión de verdad,
con brillo en su andar.
Vuelve para danzar
al ritmo de tu música
y de tus verbos
nunca en condicional.

Vuelven las palabras,
como vuelven cada tanto los cometas
a marcar un camino sin fronteras,
a sembrar oxígeno en las praderas
de lo nuestro más ajeno.

Vuelven…
las nunca pronunciadas…
las más rehusadas...
las más simples y sencillas
sin mensajes ni consignas,
vuelven solas
envolviendo los silencios
de las rendijas del alma
vuelven para quedarse
y callar los “no se” del retorno


Tauro

.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Hola, José Antonio!
Te mandé hace una semana un e-mail de respuesta acerca de tu viaje. Estoy a la espera de tu contestación.
Un abrazo,
Mauro (Brasil)

Anónimo dijo...

que bello es este poema que escribiste, me hace avergonzar de los mios, igual te mando uno solo como ejercicio de sinceridad:
Sobre mi tristeza de hoy,
el verdadero meollo del asunto es:
Que no estás en el otro lado de la cama mirando conmigo el techo.
Que no he llegado un poco tarde para empezar a almorzar
Es que no estás en una esquina impaciente esperando que yo llegue
Que no habrá un pasillo o una escalera en que de pronto te dan ganas, y nos abrazamos, y en esa intensidad que es el abrazo
Sentimos lo esencial de nosotros mismos, y te cercioras que no sólo vivimos en esta casa sino uno dentro del otro
El meollo de mi tristeza, esta tarde vacía,
es que comienzo a aceptar que somos dos ríos,
cada uno con su propio camino hacía al mar.
Que el tiempo que nos queda antes de llegar a la sombra, no será compartido
como soñé tantas veces mientras te miraba de lejos.
He estado explorando por tus territorios, y no te he hallado, no has huido de mí, sino que no sabías que te andaba buscando, pero algo me hace temer que no es sólo azar ese desencuentro entre tú y yo,
que hubo algo de intención de tu parte
Otros oirán en la intimidad de un domingo cualquiera, esas cosas que te preocupan tanto.
no seré yo quien halle las palabras que te animen, y no cosecharé la forma linda en que sonríen tus ojos.
A pesar de que me asusta, más que cualquier cosa, buscarte,
a pesar de que presiento que sólo tú me podrías dar
ese abrazo que hace que uno se pierda en el tiempo
¿no estarás en mi futuro?
Si es así, qué poca importancia tiene el mundo que me queda,
aunque contigo
desearía mas que nunca vivir,
vivir para siempre.
la explicación última de mi tristeza y de mi cansancio esta tarde de noviembre,
es que aún sigo dispuesto a esperarte.
Luis Arbaiza

Anónimo dijo...

hola tono PROMO saludos desde Arequipa, soy Ronny Malaga felicitaciones por el blog
me alegra mucho saber que ahora estas de filosofo
podremso conversar entonces algunso temas
que sabes de los companeros alla

te mando mi email: ronbrasil(arroba)hotmail.com